El buen tiempo ha llegado y, con él, los alimentos que comienzan su temporada. Un buen ejemplo de ello es el albaricoque, rico en vitaminas del grupo B, calcio y hierro, entre otras. Para que este verano lo disfrutes de una manera diferente, te vamos a mostrar una receta con la que sorprenderás a tus invitados.

Origen y recolección del albaricoque

El albaricoque nace en Asia central, más concretamente en el territorio comprendido entre el Mar Negro y China. Se cree que su llegada a Europa se produjo de la mano de los griegos en torno al siglo V a.C, pero fueron los romanos quienes lo extendieron durante el siglo I d.C. En la actualidad, las principales provincias españolas productoras de este fruto son Murcia, Valencia y Albacete. 

La recolección del albaricoque se produce entre los meses de mayo y agosto, por lo que es en estos momentos en el que podemos consumirlo fresco, Una vez se separa de la rama, su maduración se detiene, por lo que es importante recogerlo cuando ha llegado a su punto idóneo de maduración, ya que si lo recolectamos antes de tiempo y aún está muy verde, puede convertirse en una fruta difícil de digerir con normalidad. 

Sorprende a tus invitados con un pastel de albaricoque

Hoy en nuestro magazine os traemos una receta diferente y muy sabrosa, el postre perfecto con el que sorprender a tus invitados. Inspirada en la francesa tarta tatín, sustituiremos la clásica manzana por unos albaricoques. El resultado será delicioso y lo mejor de todo es que la tendrás lista en muy poco tiempo. 

Una de las principales características de la tarta que prepararemos en esta ocasión es que su montaje se realiza al revés. Es decir, comenzamos con la capa de fruta y sobre esta colocamos la fruta. En el momento en el que vayamos a desmoldar le daremos la vuelta. Por otro lado, es importante destacar que se puede consumir fría o tibia, por lo que no será necesario esperar horas para poder “hincarle el diente”.

Cómo hacer una tarta de albaricoque

Ingredientes

Es una receta tan sencilla que probablemente tengas todos los ingredientes en casa, Eso sí, acude a tu frutería y elige los mejores albaricoques para tu tarta. 

  • Una pizca de sal
  • 250 gr de harina
  • 250 gr de mantequilla
  • 1 kg de albaricoques
  • 1 huevo

Elaboración

En primer lugar, preparamos los albaricoques. Para ello, necesitamos una fuente o sartén apta para el horno. Lavamos muy bien los albaricoques y los disponemos en el recipiente elegido cortados por la mitad (habiendo retirado el hueso previamente). Una vez dispuesto, distribuiremos 100 gr de azúcar y 75 gr de mantequilla previamente troceada sobre ellos. Cuando lo tengamos listo, lo meteremos al horno (precalentado a 200º) durante unos 20 o 30 minutos. 

Mientras cocemos los albaricoques en el horno, vamos a preparar la masa de nuestra tarta. Para ello, dispondremos la harina como si se tratase de un cráter y en el agregaremos el huevo, una cucharada de agua tibia, la mantequilla sobrante (reblandecida a temperatura ambiente) y la pizca de sal. Es el momento de meter las manos en la masa y amasar, una tarea especialmente divertida si tenemos peques en casa. Cuando consigamos una masa homogénea estará lista. 

Una vez los albaricoques estén listos, los colocaremos en un molde circular de unos 24 cm de diámetro con parte del jugo. Antes de añadir la masa, la extendemos con la ayuda de un rodillo sobre una superficie lisa previamente enharinada, tratando de conseguir la forma circular del molde del mismo tamaño o un poco más grande. Para colocarla bien, te recomendamos enrollar la masa en el rodillo y enróllala sobre los albaricoques. Si sobra masa introduce el borde hacia el interior.

Durante el proceso, ponemos el horno a precalentar a 180º e introduciremos la tarta de albaricoque para que se hornee durante 30 minutos. La dejamos reposar unos 15 minutos y la desmoldamos, le damos la vuelta para colocar sobre la fuente que más nos guste y estará lista para servir.

Y, por si esto fuera poco, vamos a daros un truco con el que marcar la diferencia. Acompaña tu tarta de albaricoque con nata montada o una bola de helado de vainilla, le dará un toque refrescante y sabroso. Disfruta del que se va a convertir en el postre del verano.

¡Bon appétit!

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