La cocina es el corazón del hogar, mantener este espacio limpio y ordenado siempre dará la impresión de que el resto de la casa también lo está.

Tendemos a creer que para mantener un espacio lo más limpio y recogido posible, nos volvemos “esclavos de la limpieza” y no es así. Basta con introducir en nuestros día a día una serie de hábitos que no sólo nos ayudarán a mantener la cocina en óptimas condiciones, sino que además nos harán la vida mucho más fácil, ahorrándonos mucho tiempo. 

La higiene en la cocina, fundamental para un estilo de vida saludable

Mantener una cocina en buenas condiciones respecto a higiene es algo que debemos tener muy en cuenta, pero, por desgracia, no siempre se le presta la atención que se debería.

Para mantener nuestra cocina en perfecto estado no sólo debemos pensar en que el espacio esté limpio, sino que también lo estén los distintos elementos que vamos a utilizar.

Por ello, es fundamental prestar atención a cómo los manipulamos y limpiamos.

Debemos utilizar productos adecuados y adaptados a cada elemento, de este modo, no sólo garantizamos su correcta higiene, sino que su estado de conservación mejorará notablemente.

Comprueba que todo está listo cuando vayas a empezar a cocinar

Siempre que vayas a empezar a cocinar revisa que todo esté limpio y no quede ningún rastro de salpicaduras o manchas de aceite, grasa u otros residuos que tienden a depositarse en las encimeras, fregaderos, etc. A veces, no somos lo suficientemente conscientes de que estos elementos suponen un importante foco de bacterias que pueden resultar nocivas para nuestra salud. Esas pequeñas manchas “sin importancia” fácilmente pueden convertirse en focos de infección y debemos evitar riesgos. Por eso, eliminaremos cualquier rastro antes de empezar a cocinar. 

Además, prepararemos todo aquello que vayamos a utilizar e iremos retirando y limpiando en la medida de lo posible durante el proceso. Las cucharas de descanso serán buenos aliados para evitar ensuciar más de la cuenta la encimera. Siempre que se derrame algo lo limpiaremos rápidamente y cuando un elemento no vaya a utilizarse más los enjuagaremos bien y lo depositaremos dentro del lavavajillas, siempre que éste pueda ser introducido en el mismo. Así evitaremos acumular muchos elementos sucios a nuestro alrededor y el tener que recogerlo y limpiarlo todo junto una vez acabemos. 

Otro buen truco para no manchar tanto en la cocina y, por tanto, evitar dedicar aún más tiempo a la limpieza, es poner un paño debajo de la tabla de cortar del pan, para recoger los restos de harina y migas. De este modo, ahorraremos mucho tiempo y haremos el proceso de recogida mucho más sencillo.

La higiene personal es también fundamental

Un punto muy importante a tener en cuenta es el lavado de manos. Siempre que vayamos a iniciar el proceso de elaboración de alimentos y durante el mismo, deberemos lavarnos muy bien las manos con agua y jabón. Para secarnos, lo mejor siempre será un paño muy limpio.

Este es uno de los primeros hábitos que debemos enseñar a los más pequeños de la casa, si vamos a dejarles ayudarnos en la cocina, ya que el día de mañana les evitará posibles contaminaciones de los platos que vayan a preparar.

Los alimentos deben limpiarse y cocinarse correctamente

Otro punto que no debemos saltarnos y al que debemos prestar cuanta más atención, mejor, es lavar bien los alimentos y cocinarlos de la manera correcta. A veces, creemos que la manipulación de alimentos es algo sin importancia, pero no es así. Es fundamental mantener una correcta higiene, sobre todo cuando su consumo va a ser en crudo.

Del mismo modo, debemos prestar especial atención a la cocción de los mismos. Es decir, cocinarlos a la temperatura correcta para terminar con aquellas bacterias que puedan estar presentes. Es muy importante, también, descongelar adecuadamente los alimentos. Para ello, lo mejor es hacerlo poco a poco y sacarlos a la nevera la noche anterior. Cuando se trate de carnes, marisco o pescado, deberemos cocinarlos cuanto antes para evitar la proliferación de agentes dañinos. 

Además, algo muy útil mientras estás cocinando y que favorece la higiene del espacio y no trabajar más de la cuenta una vez terminemos, es utilizar pequeños contenedores para ir depositando los restos de alimentos (como pueden ser las pieles de las verduras). De este modo, depositarlos en la basura será mucho más sencillo. 

Mantén tu encimera desocupada y da a cada cosa su lugar

Si cuentas con una encimera lo más despejada posible, ahorrarás tiempo de limpieza y te facilitará el proceso. Por eso, cuanto menos haya sobre la encimera, mucho mejor. Los pequeños electrodomésticos que usamos en nuestro día a día es mejor que estén a mano, pero bien guardados.

En Aytosa, no sólo encontrarás diseños en los que los grandes electrodomésticos se integran en el mobiliario, dando mayor armonía y sensación de orden, sino que, además, podrás elegir entre múltiples opciones de almacenaje en las que se aprovecha al máximo el espacio.

Deshazte de aquello que no necesites

Otra de las claves para mantener tu cocina en orden y limpia es tener sólo aquello que necesites. No acumular productos y elementos innecesarios te hará tener todo mucho más despejado y organizado.

Un par de veces al año, puedes crear el hábito de analizar con mirada crítica aquellos que tienes y realmente utilizas. Lo que no te haya sido útil en ese tiempo y no lo vaya a ser en los próximos meses, es mejor que lo regales o, si sus condiciones no son las adecuadas, te deshagas de ello.

Una vez termines de cocinar, limpia ollas y sartenes

Si quieres ahorrar tiempo, lo mejor es que, cuanto antes, limpies aquellos utensilios que has utilizado. No todos disponemos de lavavajillas, ni todo puede ser introducido en su interior. Por ello, una vez acabes de cocinar, pon la comida en tuppers de cristal, para lavar cuanto antes las ollas y sartenes.

Los elementos más grandes son aquellos que más sensación de desorden aportan. Una vez fríos, guarda los alimentos cocinados en la nevera. Sobre todo, en verano, hemos de tener mucho cuidado con conservar adecuadamente los alimentos para evitar intoxicaciones.

Presta atención a dónde colocar tus contenedores de reciclaje

Por último, pero no por ello menos importante: los contenedores destinados al reciclaje de residuos. También es muy importante contar con un espacio destinado a su ubicación, parece obvio, pero no siempre caemos en la cuenta de darles el lugar correcto.

Estos deben estar siempre alejados de los alimentos y contar con tapa preferiblemente. De este modo, evitaremos el traspaso de gérmenes y bacterias a los alimentos que estemos cocinando.